¿Qué dice al pensamiento la tensión entre secularización y resignificación de lo teológico? ¿El fenómeno religioso necesita una comprensión filosófica? ¿Hasta qué punto una teoría radical de la cultura y de la historia precisa claves interpretativas procedentes del cristianismo? ¿Nos encontramos ante el inicio de una racionalidad superadora del antagonismo moderno entre fe y razón? Estas cuestiones constituyen el eje temático de la obra.