¿Se puede desear a quien no quiere vivir? ¿Se puede uno guiar por la presencia obsesiva de la esperanza y, a la vez, afirmar que la vida no es más que un curso avanzado de escepticismo? ¿Cómo esconderse de alguien cuando ocupa toda tu vida? ¿Cómo no esperar nada si te educaste en la verdad incuestionable de intercambio de golpes y recompensas? Este poemario se adentra, a través de un lenguaje descarnado repleto de exabruptos medidos, en la historia de un amor ciego y extraordinario, la agonía consciente, la muerte inesperada, la amenaza de suicidio y la locura del psiquiátrico. Ésta es la jodida intensidad de vivir.