Contar de La Gomera es decir de espesas selvas que nacen de las nieblas, de profundísimos barrancos; es admirar roques que dominan, la armonía de sus caseríos en el paisaje abancalado; y costas abruptas, y sendas solitarias que enlazaban a las gentes.Cantar de La Gomera es saber de especies únicas, sentir la tradición a cada paso, soñar en el paraíso.Sí, es contrastada esta isla, increiblemente hermosa.