Investigar a víctimas de delitos, desviados de la norma social, delincuentes, organismos de seguridad o bandas criminales, alberga una sensibilidad que abarca a todo el proceso de la investigación. El profesional que quiera abordar estos temas deberá hacer frente a una serie de retos metodológicos, logísticos y éticos derivados de la dificultad para acceder a estas poblaciones, estimar la muestra, grabar testimonios o garantizar el anonimato a personas que desarrollan actividades ilícitas, desviadas u ocultas. Esta obra aborda todos estos desafíos: desde la elaboración de un protocolo y un consentimiento informado, hasta la elección de un rol operativo, pasando por la elección de la mejor técnica de obtención de información y el desarrollo de medidas de protección para los participantes y los investigadores. Junto a la reflexión teórica sobre los temas más habituales dentro del campo de la Criminología y la Seguridad, se analizarán las soluciones que pusieron en práctica otros investigadores.