Este libro es la historia de un personaje extraordinario, Martín Arbezu, que vino al mundo en 1852. Su huella se dispersa, junto al cura Santacruz en los montes vascos; en Querétaro (México), junto al emperador Maximiliano; en Londres, en los enfrentamientos entre Marx y Bakunin; en las barricadas de los comuneros en París y en la deportación, junto a Louise Michel, en Nueva Caledonia. También en las tabernas de San Juan de Luz y con los contrabandistas de Larrun, en el último conflicto carlista. Personaje de una fuerza vital sorprendente, su historia es la de sus sentimientos y también su nostalgia por ese, su país, que caminaba sin reparar en el mundo del que, involuntariamente, se hizo protagonista.