En un mundo donde la realidad está formada por hibridaciones, flujos e intersecciones continuas, se impone una epistemología más interesada en la sutileza que en la certeza. De este contexto surgen formas de representación donde lo mecánico se transmuta en formas fluidas e interactivas que conducen a un pensamiento abocado a lo sutil e instalado en lo fronterizo. El objetivo de este trabajo es el estudio de la forma interfaz como nuevo sistema de representación. La idea que se tiene de las interfaces es puramente funcional y está relacionada con el ámbito del diseño de programas de ordenador. Sin embargo su fenomenología es más compleja y se entronca con los fenómenos de hibridación contemporáneos, a la vez que materializa las posibilidades del saber transdisciplinar.