El interés por estudiar el espacio en los templos de los conventos femeninos de clausura radica en su sencillez. Parafraseando un lugar común del movimiento moderno, lo que llamaremos la Aiglesia mínima@: una geometría muy simple, la caja, que presenta una notable riqueza espacial y una gran diversidad de manifestaciones, dentro de un arco temporal muy amplio. Estamos ante una arquitectura bastante desconocida, poco estudiada, que sin lugar a dudas constituye uno de los capítulos más sugestivos del patrimonio, del arte sevillano.