El diseño se ha convertido en materia académica de rango universitario y la exigencia de profundidad y rigor en su investigación es cada vez más elevada. Pero la bibliografía en español aún es escasa y, por otro lado, las investigaciones actuales tienden a centrarse en el estudio del público y de los consumidores, con lo que el diseño puede llegar a parecer una simple emanación de la cultura de masas alejada de cualquier contenido ético o moral. Estas narraciones resultan poco estimulantes para los alumnos, a quienes no interesa tanto conocer los grandes éxitos de cada época, sino cómo se resolvían problemas de proyecto similares a los que a ellos se les plantean. Al igual que la mayoría de diseñadores, sus preguntas tienen que ver con el laborioso proceso según el cual las ideas se convierten en materia. Esta obra se divide en dos volúmenes. El presente, El diseño de producto en sus orígenes, es el primero de ellos y abarca el periodo que transcurre entre la segunda mitad del siglo XVIII y 1914, fecha del inicio de la Primera Guerra Mundial, y se acompaña de un extenso apéndice dirigido específicamente a los profesores y a quienes deseen desarrollar su profesión como historiadores del diseño.