La Revolución de 1789 engendró el pensamiento histórico francés. Para la generación educada en el hundimiento de un mundo, la historia ya no era algo lejano, como lo había sido para los escritores de la Ilustración. Ahora se escribía con letras de sangre y fuego. Quienes siguieron siendo creyentes durante los años del trastorno lo experimentaron con especial intensidad, pues de repente despertó en ellos el temor de que Dios hubiera abandonado a la humanidad. Algunos recurrieron a la historia con la esperanza de que, bien entendida, revelaría los designios de la Providencia. Este libro se centra en el pensamiento histórico de Joseph de Maistre, un hombre que sintió la Revolución con una profunda ansiedad espiritual, y describe la onda de choque que sus reflexiones provocaron en el pensamiento histórico, político y social francés del siglo XIX.