La batalla fue un acontecimiento bélico de primera magnitud. Su importancia sin embargo desborda esa dimensión estrictamente militar. Por sus consecuencias se convierte en un hito fundamental para la comprensión del futuro desarrollo de la historia de España y de Europa. Tras la batalla se inició un complejo proceso que acabaría con la instauración de la Monarquía borbónica en España poniendo fin a la monarquía compuesta de los Austrias. Mientras, sus repercusiones resultarían claves para la evolución y el desenlace del conflicto multiplicando las iniciativas diplomáticas que, a la postre, culminarían con los cambios geopolíticos que darían lugar a un nuevo orden europeo.