El estallido de la Guerra de los Treinta Años en 1618 significó el primer conflicto armado de dimensiones europeas, e incluso globales, en el que las grandes potencias europeas se disputaron la hegemonía política y económica del continente. Cristina Borreguero nos acerca en una magistral obra, llamada a convertirse en la referencia sobre el tema, la historia total de unos de los conflictos más largos, trágicos e influyentes que marcaron inexorablemente el devenir de un orden europeo en el que España, a pesar de sus grandes victoria iniciales, perdió la hegemonía europea que ostentaba en favor de Francia y tuvo que reconocer, finalmente, la independencia de las Provincias Unidas. Las consecuencias políticas, sociales, demográficas y económicas derivadas de estos acontecimientos solo pueden compararse a las que las dos grandes guerras mundiales del pasado siglo dejaron: violencia, desesperanza y una Europa en ruinas.