La generación del 27 constituye un periodo único e irrepetible en la historia de la literatura, casi mítico, cuya huella indeleble -y muchas veces inconsciente- se puede rastrear en poetas contemporáneos, a pesar de todas las innovaciones del siglo XX. Algunos de sus integrantes como Lorca o Alberti son los últimos poetas populares capaces de resistir todavía en el imaginario colectivo de la gente, bien a través de la voz de cantautores o bien de antologías. Incluso algunos otros debido a su proyección internacional, como el Premio Nobel de Aleixandre o el romancero de Lorca, han servido como embajadores de nuestra poesía.