La creciente presencia de ancianos en nuestra sociedad es, sin duda, un éxito del progreso humano. Sin embargo, esta realidad positiva reclama con urgencia que se avance en la elaboración de una cultura de la vejez a partir de sus valores y su belleza. La fuerza de los años representa un intento de responder a este reto. Al mismo tiempo, busca sensibilizar a la sociedad y prestar una ayuda a las familias que conviven con ancianos, a los jóvenes que los atienden como voluntarios y a los profesionales que trabajan en residencias y centros para mayores.