«Henry James contaba cincuenta y siete años cuando escribió 'La fuente sagrada'. Apareció en 1901 entre 'Otra vuelta de tuerca' (1898) y 'Los embajadores' (1903). Su aparición suscitó todo tipo de comentarios desde que James se había salido de James (out-Jamesed) hasta que era un libro 'extraordinariamente perfecto' (Edward S. West). 'La fuente sagrada' es una historia de vampiros. No hay en ella, sin embargo, ondear de cortinajes, ni sobresaltos nocturnos; las víctimas tampoco pierden exactamente su sangre. El proceso de vampirización existe sin embargo y existe también un narrador del que al principio nos fiamos y que más tarde va dando muestras también de un extraño desequilibrio. Al lector de James le resultará familiar esta situación en que percibimos unos hechos fantásticosa través de un personaje sobre el que se nos presentan serias dudas. Muchos críticos han señalado la semejanza de esta novela con 'Otra vuelta de tuerca'.» –José Antonio Millán