Los temas de este libro son, por una parte, la política antiespañola que se puso en marcha en la América hispánica en general, y en México en particular, cuando culminó el proceso que condujo a la independencia de los nuevos estados; y por otra, la evolución política de México desde el final de la época colonial hasta la expulsión de los españoles. A esos españoles –que el autor identifica y recoge en nómina en los anexos- les aguardaba un destino incierto, y luego fueron rechazados, en su mayor parte, por el gobierno español. El libro da a conocer el drama humano que vivieron esos hombres y mujeres exiliados entre 1821 y 1836 que, en parte por la política del rey español, Fernando VII, y en parte por las ambiciones de la naciente burguesía mexicana, se vieron obligados a abandonar la tierra en la que habían formado su familia y su fortuna.