Pasada la euforia de la etapa de investigación, el siguiente pasaje que presenta el proceso penal acusatorio es la Etapa intermedia; aquí las partes fraguan y definen estrategias, el juez a su vez orienta sus decisiones hacia la depuración de los hechos y pruebas sobre las que versará el juicio. En el texto, el autor explica la importancia, fines y fases que la conforman. En un lenguaje claro, da respuesta a interrogantes como ¿Puede el juez de control, en ese sistema, calificar la acusación de la Fiscalía? ¿La relación clara, precisa, circunstanciada y específica de los hechos, así como su clasificación jurídica y la relación de las modalidades del delito que concurrieren, constituyen sólo requisitos formales o tienen alguna trascendencia en el proceso? Analiza asimismo, cuestiones como el ofrecimiento de prueba y las peculiaridades de la prueba anticipada, la naturaleza y alcance de los acuerdos probatorios. No se deja de lado el estudio de los actos procesales que anteceden a la audiencia intermedia; con énfasis se aborda el descubrimiento probatorio, sus diferencias tratándose de la parte acusadora y la defensa, la actuación procesal de las partes y la citación a la audiencia intermedia. En las páginas finales se encuentra el estudio de la audiencia intermedia, los alegatos de apertura, qué debe entenderse por vicios formales de la acusación y la posibilidad de su corrección; verificación del descubrimiento probatorio, la admisión y exclusión de prueba y el auto de apertura a juicio.