Muchas personas que desean emprender una aventura espiritual no saben por dónde comenzar ni hacia dónde caminar. Debido a la gran dispersión espiritual y a la falta de cultura religiosa de nuestros días, la mayoría carecen de una orientación clara hacia un camino bien trazado. Por esa razón, muchos se convierten en diletantes de la espiritualidad: mezclan espiritualidades distintas o son víctimas de los gurús de una espiritualidad vacía. Ante la confusión y la dispersión, este libro pretende cumplir con la función práctica de orientar a quienes deseen emprender una aventura espiritual, tanto aquellos cristianos que albergan inquietud espiritual , como las personas iniciadas en una vida de fe. El autor propone una vuelta a las raíces de la espiritualidad cristiana, a la fuente de la vitalidad, que, al ser auténtica, sigue siendo válida.