La escritura visigótica fue el alfabeto en que se transmitió buena parte de los textos literarios y paraliterarios en la península Ibérica y aun en una extensa zona ultrapirenaica durante los siglos medios. No podemos olvidar lo escrito en tan amplio territorio durante tan largo tiempo, ni desentendernos, por consiguiente, de la escritura visigótica, que goza de una larga y fecunda tradición de estudios paleográficos. En este libro se ha querido abordar la problemática de las características formales, tanto morfológicas como braquigráficas, de esta escritura en sus diversas modalidades regionales y en sus más antiguas manifestaciones, pues, poco a poco, se ha ido diferenciando la escritura visigótica septimana, la catalana, la aragonesa, la riojana, la leonesa, la castellana, la mozárabe, la portuguesa, y veremos también pronto si la gallega tiene personalidad propia.