En esta obra Patricia B. McConnell nos ofrece sus memorias que, como no podía ser de otro modo, se enlazan y funden con la vida y avatares de los perros de su vida y en particular con los problemas que sufre Will. La autora nos presenta su propio trauma personal, y su proceso de superación, y la interacción con su perro Will, para ayudarle a superar sus miedos y su alta reactividad al entorno. La autora se vuelca para contar una parte de su vida, con todos los miedos y culpa que arrastraba desde su infancia, y la vida de Will y todas las dificultades que tiene para adaptarse y superar sus miedos. Patricia McConnell se esfuerza exponiendo sus experiencias en la confianza de que su relato resulte de ayuda para sus lectoras/es. Más allá de la idílica vida de la autora en su granja, rodeada de ovejas y perros, La educación de Will nos hace reflexionar sobre el dolor y el perdón, el miedo y el amor. Nos permite acercarnos y comprender mejor el trastorno de estrés postraumático. Nos muestra todos los esfuerzos que ha realizado la autora para cambiar su vida, para apartarse de todo aquello que la frenaba y de acercarse a lo que quiere ser. Expone su experiencia personal, no son consejos profesionales de psicóloga o terapeuta, para eso los lectores tendrán que consultar a un especialista en la materia. Con la lectura de esta obra nos resultará fácil entender que los perros también pueden quedar traumatizados, que esos traumas modifican su cerebro y que las experiencias vividas pueden proyectar largas sombras sobre el presente, para los perros y los humanos, pero que es posible superar ese trauma con duro trabajo, compasión y devoción mutua.