¿Qué tienen en común fenómenos naturales tan dispares como la disposición de las semillas de girasol, la elegante espiral dibujada por la concha de algunos moluscos y los brazos en espiral de la Vía Láctea? ¿Qué regla geométrica de una armonía inigualable se esconde tras la obra de grandes artistas, desde Vitruvio a Salvador Dalí y desde Da Vinci a Le Corbusier? Aunque parezca increíble, la respuesta a estas dos preguntas está en una simple proporción. Cargada con más de dos mil años de matemáticas y otros tantos de reflexiones sobre la armonía y los vínculos que unen los números y nuestra percepción del espacio, la proporción áurea no ha dejado nunca de fascinarnos.