La presente obra estudia una tendencia que puede observarse en las últimas décadas a nivel normativo, y que comprende supuestos como las transferencias de aprovechamiento urbanístico, la cesión del derecho al uso privativo de las aguas, el comercio de derechos de emisión de gases de efecto invernadero, la transmisión de las posibilidades de pesca, el mercado secundario en el dominio público radioeléctrico, o la transferencia e intercambio de franjas horarias para la utilización de la infraestructura aeroportuaria, entre otros. El trabajo explica esta tendencia como un proceso de desvinculación (respecto a determinadas personas, bienes, y finalidades o destinos) que afecta fundamentalmente a derechos derivados de la intervención pública y que da lugar a la creación de mercados de derechos a realizar determinadas actividades o a utilizar ciertos bienes; mercados que pueden tener un mayor o menor alcance en función del supuesto de que se trate. A partir de aquí, se justifica que la desvinculación se realiza con la finalidad de conseguir concretas finalidades de interés general, por lo que se califica como una técnica de regulación. Se exponen las razones de su pretendida superioridad sobre la regulación tradicional, así como los problemas que plantea, con especial atención a su incidencia sobre determinados intereses sociales, territoriales y medioambientales. A este respecto, se mantiene que el recurso a esta técnica requiere la armonización entre los intereses generales que se pretenden conseguir y aquellos otros sobre los que incide desfavorablemente, estudiándose a continuación cuáles son las técnicas utilizadas por el ordenamiento jurídico para hacer frente a los problemas derivados de la desvinculación.