«La Cumbre» es una reflexión sobre mujeres en puestos de máximo control y la tensión a que, por su propia condición femenina, el mundo las somete, creándoles la continua necesidad de demostrar su capacidad y competir hasta destrozarse. Como punto de referencia, aquel encuentro más deseado por la literatura que real, entre María Estuardo e Isabel Tudor. Los monarcas ya no ostentan la figura del poder. Hoy las finanzas son el mayor imperio, el único que se hereda. Por eso nuestras Isabel y María son mujeres de empresa. Sus pesadillas son los avatares del mercado, las presiones sindicales, el ojo implacable de la prensa. Sus ministros son consejos de administración, sus pactos fusiones y sus batallas opas hostiles. La histórica prisión de María puede ser hoy un psiquiátrico. Recluida en las salas que ella misma fundara un día, aguarda la visita de la única persona que puede salvarla o condenarla. Sabemos que habrán de terminar por encontrarse.