Este libro aborda la enrarecida atmósfera bélica que actualmente nos envuelve y nos empuja a contemplar cualquier empresa que debamos llevar a cabo como si se tratara de una peligrosa misión. Esta «cultura de la polémica» nos obliga a contemplar el mundo y sus habitantes como si fueran nuestros enemigos, basándose a la vez en la premisa de que, para conseguir una meta, lo mejor es desplegar una enconada actitud de oposición frente a todo y frente a todos. Hoy en día, la mejor forma de profundizar sobre un tema es organizar un debate, y la forma ideal de comunicar una noticia es encontrar portavoces que manifiesten opiniones extremas, pues ello significa presentar «las dos caras» del problema. Para resolver una discrepancia, es preciso litigar y situar a los oponentes frente a frente. Para escribir un artículo, lo mejor es empezar rebatiendo a algún autor. Y, para demostrar que se sabe pensar, parece indispensable criticar y atacar. Este tipo de enfoque puede funcionar en algunas ocasiones, pero no por norma general, pues aporta más problemas que soluciones. Así, nuestros debates en público se asemejan cada vez más a las disputas domésticas: en lugar de intentar comprender al otro, sólo pretendemos ganar la batalla. Y, de este modo, cada día se hace más necesario un tipo de polémica que exija la elaboración de argumentos a partir de los diversos puntos de vista y sin que medie la disputa, es decir, sin tener que recurrir a la agresividad. Deborah Tannen es profesora de Lingüística en la Universidad de Georgetown (Washington, D.C.). Además de escribir en publicaciones como Newsweek, Time, The New York Times o The Washington Post, es también autora de libros como ¡Yo no quise decir eso! o Género y discurso, ambos igualmente publicados por Paidós.