Se necesitan tres elementos para que haya fuego: fuente de calor, combustible y oxígeno. Si no existiese alguno de estos tres elementos, el fuego no se produciría. Ahora bien, para que se originen esos incendios que no deseamos, entra un cuarto elemento (o "lado del triángulo"), un lado del que como es obvio carece precisamente por ser triángulo. Por ello podemos pensar que hablamos de un cuadrado, con lo que estamos consiguiendo la cuadratura del triángulo de fuego. Ese cuarto elemento no es otro que el descuido y la imprudencia, sin los cuales es improbable que el calor se ponga en contacto con los materiales combustibles y por tanto que se produzca el fuego.