La crisis económico-financiera global que aún experimenta el capitalismo es la más grave en sus tres siglos de historia. Más grave, en muchos aspectos, que la depresión de los años treinta del siglo pasado. Aunque sus efectos en la producción y en el empleo no han sido tan devastadores como los registrados entonces, se trata de una crisis multidimensional, más compleja que aquélla, y cuya solución y salida es incierta. El autor hace un seguimiento sobre el desarrollo de la crisis, desde su irrupción en agosto de 2007 como crisis financiera en Estados Unidos, su conversión en recesión generalizada en 2008-2009 y el traslado de su foco al espacio europeo en 2011. Guillén incursiona en el amplio debate teórico sobre las causas de la crisis e intenta construir una explicación propia, la cual intenta ir más allá de su caracterización como un “Momento Minsky”, es decir, se busca vincular la crisis de deuda-deflación con el comportamiento de la tasa de ganancia y con la formación de la ganancia financiera, en el contexto de un régimen de acumulación dominado por las finanzas.