Los gobernantes también cometen crímenes. No sólo delitos políticos sino abuso de poder como las violaciones de derechos fundamentales, y de corrupción. Estos crímenes han sido conocidos desde la antigüedad griega pero han adquirido una especial relevancia en nuestro tiempo. En este libro se analizan los métodos que los distintos países democráticos han desarrollado para combatir la criminalidad gubernativa.