A lo largo del siglo XX, Dostoievski, Heidegger, Löwith, Bataille, Deleuze, Mannoni y Vattino, entre otros, interrogaron la categórica frase de Nietzsche: "Dios ha muerto", al refelexionar en sus respectivas obras sobre los límites morales, la productividad de los interdictos, el origen del placer, la relación entre sentido y verdad, la declinación de la figura del padre, la necesidad humana de creer y el retorno de lo religioso. Si bien las cuestiones tratadas atraviesan particularmente la reflexión psicoanalítica, filosófica y religiosa, la contemporaneidad de los temas abordados permite establecer un diálogo con otros discursos culturales y sociales -en especial el histórico, el literario y el cinematográfico-, que a partir de los años noventa se interesan por los alcances que la autoridad del padre y la ley, las creencias y los ideales tienen hoy en nuestras sociedades.