La enfermedades quirúrgicas, con su presentación repentina y su sintomatología tan rica en impresiones sensoriales, había de llamar la atención del hombre primitivo; y más en concreto, las lesiones craneales, dada la relación entre el alma, el cerebro y el cráneo. El ánima debía estar localizada en el cerebro y, por lo tanto, dentro del cráneo; creencia que se afirmaba al observar que después de acciones traumáticas craneales sobrevenía una pérdida de conciencia que, en los casos graves, llegaba a ocasionar la muerte. Estamos ante una publicación de referencia obligada, como es "La craniectomía a través de los siglos", texto de la conferencia que el Dr. Vara López pronunció en la apertura del curso 1949-1950 de la Universidad de Valladolid.
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