Este libro inspirador no es una exposición teórica de su técnica, porque Alexander estaba siempre preocupado por los aspectos prácticos. Con su manera de observar deliciosamente clara, Alexander pone ante el lector lo que aún hoy es ignorado de forma casi universal: que el modo en que nos usamos a nosotros mismos es una influencia constante en todas nuestras actividades vitales. Para los que quieren avanzar en el aprendizaje de la Técnica Alexander, este libro es un compañero y un guía que alienta en el viaje y nos recuerda que el deseo de libertad de pensamiento y acción sólo puede hacerse real mediante el logro de la libertad en el pensamiento y la acción.