Mis padres insisten en que no debo acercarme a los callejones peligrosos del Vertedero. También dicen que debemos ayudar a quien lo necesita. Pero? ¿y si la persona que necesita mi ayuda se encuentra en el Vertedero? ¿Cómo iba a saber que, por culpa de aquella anciana, mi cuarto iba a acabar repleto de artículos mágicos? Si quieres conocer más sobre el secreto de la Conseguidora, entra. Te espero en mi habitación mientras intento que nada vuele por los aires.