December solo tiene once años, pero ya sabe cuál es su destino: va a convertirse en pájaro. Un día no muy lejano de la cicatriz de su espalda brotarán unas alas y echará a volar lejos, muy lejos. Y por fin abandonará la casa de acogida en la que ahora está encerrada. Pero antes debe entrenarse muy duro, porque volar no es cosa fácil. Los adultos sospechan, hacen preguntas. Pero December no le cuenta a nadie sus planes, ni siquiera a su mejor amiga. Sabe que no la creerían, así que finge normalidad hasta que llegue el momento de partir. Y ese momento está cada vez más cerca: está a punto de saltar y de emprender el vuelo. Miradla coger impulso.