La Celestina o Tragicomendia de Calisto y Melibea es una trágica historia de amor. Un halcón se escapa, y un apuesto caballero, yendo en pos de él, entra en un jardín y ve a una bella joven, de la que se enamora locamente; así empieza esta espléndida obra, cumbre de nuestra literatura. Además de Calisto y Melibea, en sus páginas vive un personaje único: la astuta y perversa Celestina, alcahueta y hechicera, que con sus malas artes y su conocimiento de la naturaleza humana, crea buena parte del enredo; pero hay otros personajes con papel en él: Sempronio, Pármeno, Elicia, Areúsa? Oímos las voces de todos, tan distintas, en un diálogo lleno de pasión, de codicia, de envidia, de cobardía, de dulzura, de desesperación. Las prisas por bajar por una escalera, un pie mal puesto?, y se cierra definitivamente para Calisto y Melibea el paraíso de su gozo. Entre esas dos acciones del azar discurre una obra maestra por la construcción de su trama y por su lengua, llena de naturalidad, de elegancia, con matices y registros muy distintos. Fernando de Rojas debió de escribirla en los últimos años del siglo XV; en 1500 se imprimió como Comedia, con 16 actos, y ya en 1502, refundida, con los 21 de la Tragicomedia.