El cine doméstico constituye un vasto territorio inexplorado hasta hace pocas décadas, debido a su consideración como un derivado fílmico carente de valor. El auge de los estudios de la cultura popular y de la vida cotidiana, junto con una mayor apreciación de su relevancia histórica y social por parte de las filmotecas nacionales y regionales, ha llevado a que este modo fílmico haya sido revalorizado y despierte en la actualidad un creciente interés.