La expresión de Víctor Vázquez es aquí; la de un big bang, y el poema, corto sólo en apariencia, va repercutiendo en el siguiente en una cadena de eslabones cada vez más irresistiblemente necesarios e inevitables, hasta finalizar, en la liberación paradójica del deseante por asunción del deseado y la renovación, siempre incesante, de su codicia.