El escritor norteamericano Francis Marion Crawford nació en Bagni di Luca el 2 de agosto de 1854. Era hijo del escultor Thomas Crawford y estudió en la St Paul School de Concord, New Hampshire, en la Universidad de Cambridge, así como en Heidelberg y Roma. En 1879 viajó a la India para aprender sánscrito, y cuatro años después, tras una breve estancia en Nueva York y Boston, regresó a Italia, donde estableció su residencia permanente. Durante años escribió a un ritmo endiablado, produciendo novelas donde abundaban los romances, las aventuras y los escenarios exóticos, tales como «Khaled: A Tale of Arabia» (1891) o «The Witch of Prague» (1891). Pero si Crawford es recordado todavía es gracias a su célebre colección de relatos de fantasmas «Wandering Ghosts» (1911) –una de las mejores obras de terror que ha dado el género–, que ahora publicamos en la colección Gótica, añadiendo el relato “El Mensajero del Rey”, omitido en las primeras ediciones. Y quién mejor para presentarnos algunos de estos relatos que el maestro del horror moderno, H.P. Lovecraft: «“Pues la sangre es vida” plantea de forma convincente un caso de vampirismo sujeto a una maldición lunar en las cercanías de una antigua torre que se alza sobre un peñón de la solitaria costa del sur de Italia. “La sonrisa muerta” trata de horrores ancestrales en una vieja mansión de Irlanda y en el panteón familiar, y presenta con bastante eficacia el tema de la banshee. Sin embargo, la obra maestra fantástica de Crawford es “La litera de arriba”, uno de los cuentos de miedo más tremendos de toda la literatura. En este relato de un camarote encantado por el fantasma de un suicida, Crawford trata con destreza incomparable cosas tan dispares como la humedad espectral del agua salada, una portilla sorprendentemente abierta, o el combate de pesadilla con una criatura indescriptible».