La novela parte de una sugestiva premisa: ¿Y si don Quijote, mucho antes de morir hubiese recobrado la razón y hubiese decidido de nuevo, junto a Sancho, ponerse en camino para "desfacer" los entuertos cometidos en sus anteriores recorridos? Toulet demuestra su hondo conocimiento del gran clásico hispano, sometiendo a un don Quijote inopinadamente sensato a unas peripecias fantásticas o realistas, en donde, sirviéndose del típico artilugio cervantino de la narración dentro de la narración, somete al relato a una irrisión de gran sutileza y a giros de fina perversidad, en los que hace intuir con ingenio posibles aspectos ocultos de la célebre novela a causa de la implícita censura religiosa de la época.