Siempre tuve el propósito, hasta donde mi memoria alcanza, de ser escritor. Pero nunca, hasta hace muy pocos años, se me ocurrió ser un narrador de viajes. Mi primer libro viajero surgió de manera espontánea y por casualidad. Cuando comencé a trabajar en el periodismo, fui enviado al extranjero en calidad de corresponsal y pronto empecé a viajar por el mundo como informador. Muchos de mis viajes resultaron a la postre bastante extraños y en algunos de ellos me sucedieron cosas extraordinarias. De esos viajes quiero hablar en este libro, de los viajes extraordinarios, de los que de alguna manera resultaron un poco insólitos y fuera de lo común. Desde muy pequeño, viajar me parecía la mejor de las aventuras. Después, mi trabajo como periodista convirtió el viaje en una parte de mi oficio. Más adelante, los viajes se hicieron importantes en mi tarea de escritor. Luego, se transformaron casi en una droga. Ahora, los vivo como una aventura. El viejo regresa al lado del niño. JAVIER REVERTE El mejor de los viajes siempre es el próximo