En el origen de este libro hay una pregunta que los educadores cristianos no pueden dejar de plantearse: ¿Qué es educar? ¿Qué significa, más concretamente, educar en cristiano? ¿Y cómo hacerlo en una sociedad descristianizada? Las contribuciones reunidas en este libro quieren iluminar lo que tiene que ser en estos momentos un proyecto educativo verdaderamente cristiano. Hay en ellas una señal de esperanza: la Iglesia sigue presente y sigue iluminando esa tarea de la educación, esencial en la vida de la sociedad, decisiva para todo ser humano, a la luz de Cristo, el único y definitivo Maestro.