Los tiempos en los que pensábamos que una dieta sana se basaba en el consumo de hidratos de carbono y poquita grasa quedaron atrás gracias a los excelentes resultados observados en quienes siguen una alimentación cetogénica. Uno de ellos es el evidente adelgazamiento, se baja de peso aumentando la definición muscular, sin hacer ejercicio, sin pasar hambre y sin estar a dieta. No es una dieta milagrosa, sino un estilo de alimentación que busca un cambio metabólico de supercombustión de grasas. El consumo de grasas como fuente de energía aumenta el bienestar, la alegría, la creatividad, el enfoque y propicia un estado de ánimo sereno y calmado. A nivel corporal, el aumento de la energía física y el rendimiento deportivo es notable. Al convertirse las grasas en la fuente de energía, se normaliza la glucosa en sangre y no existen picos de glucemia en sangre, con sus consiguientes altibajos de energía y ansiedad por comer. Si quieres aprender a llevar una alimentación cetogénica, pero sin comer carne ni lácteos, y disfrutar de los grandes beneficios que tiene, #ketosincarnenilacteos es posiblemente la alternativa que estás buscando.