Más allá del brevísimo pontificado de Juan Pablo I (apenas 33 días) y de la falta de datos sobre su repentina muerte, esta obra se detiene en la compleja vida del papa Luciani, cuya mayor preocupación fue el enriquecimiento de la vida en la fe y la necesidad de difundirla y afianzarla en los corazones de los católicos. Apoyada en los recuerdos de su sobrina Pía Luciani y los testimonios de sus hermanos Edoardo y Antonia, esta biografía es un viaje a través de toda una vida: su infancia, rodeada de pobreza pero rica en la calidez del amor maternal, su sólida formación sacerdotal, su labor docente, su participación en el Concilio Vaticano II, los difíciles años como patriarca de Venecia, hasta alcanzar la cátedra petrina, una responsabilidad que afrontó con coraje, pese a la excesiva carga que debía soportar. El «papa de la sonrisa» ha dejado un hondo recuerdo por su carácter evangélico, su serenidad y su humildad. El libro se complementa con una cronología y una bibliografía.