Ése que logra liberarse del tiempo y que convierte la realidad en sustancia artística. Tal vez la definición más aproximada que se pueda hacer de Trujillo sea la de un periodista poético. Un artista dentro del mundo del periodismo canario que, en la década de los veinte y, sobre todo, de los treinta del siglo XX, fue comentarista crítico de primer orden para comprender dicho periodo. Cofundador y primer director de la ya célebre revista La Rosa de los Vientos (1927-1928), también dirigió la página «La Nueva Literatura» en el periódico La Tarde (1929), y con Ventura Doreste la Colección para treinta bibliófilos (1944) y Quadernos de poesía y crítica (1946-1947). En su faceta periodística, en los últimos años de la Dictadura de Primo de Rivera y durante toda la Segunda República, desarrolla una intensa actividad en el diario tinerfeño La Tarde, aunque también colabora con algunos artículos en otros medios escritos.