En los últimos años se ha asistido a una caída constante de los aspectos de la religiosidad juvenil: el sentimiento de pertenencia a la Iglesia, las creencias y las prácticas religiosas. ¿Cómo ha sido posible un cambio tan rápido de los indicadores de religiosidad juvenil? ¿Hacia qué futuro apunta este progresivo y constante descenso? A partir del Informe Jóvenes 2000 y Religión, la Fundación Santa María -junto con la Delegación de Pastoral de la FERE y la editorial PPC- organizó un Seminario en el que participaron estudiosos, agentes de pastoral y jóvenes con el objetivo de profundizar en la reflexión social y pastoral, buscando también propuestas y líneas de acción para la pastoral con adolescentes y jóvenes. En este libro, que presenta una síntesis elaborada del trabajo de ese Seminario, se parte de una descripción de la realidad y del contexto socio-cultural en el que viven, del que participan y que configura a los jóvenes. Así se descubren nuevas formas de religiosidad que van desde la religiosidad difusa hasta el atractivo de los fundamentalismos y neoconservadurismos. En este ámbito se sitúa la religiosidad juvenil, sus vivencias, creencias, encuentros y desencuentros de los jóvenes con la Iglesia. Esta descripción presenta un panorama al mismo tiempo inquietante y esperanzador para la pastoral juvenil, que tendrá que repensar su quehacer con los jóvenes y sugerir propuestas de futuro -porque la pastoral de jóvenes tiene futuro- y algunas líneas de actuación.