Más allá de los cambios en las siglas o en las bases de reclutamiento, el hilo de continuidad entre las organizaciones juveniles de la izquierda viene dado primordialmente por la pervivencia del ideal igualitario y anticapitalista, por el anhelo compartido de construir una sociedad más justa sobre la base del socialismo. La gran diferencia reside en que unos tienen ocasión de intentar la revolución, toman las armas y emprenden la construcción de la utopía, mientras los otros no llegan en la práctica más allá -ni más acá- de la construcción de una cultura democrática que contribuye apreciablemente a crear las condiciones para un cambio de régimen político sin revolución social. Con el estilo al que nos tiene acostumbrados en su ya voluminosa producción, combinando la narración con la reproducción de numerosos documentos que remiten al sabor de una época, Luis Miguel Piñera nos acerca en el presente libro a los jóvenes gijoneses que en dos períodos históricos decisivos de nuestro siglo XX se involucraron en militancias con las que perseguían, a riesgo de su libertad e incluso de su vida, construir un futuro que no pudo ser.