Doscientos años después de su muerte, Gaspar Melchor de Jovellanos (1744-1811) sigue constituyendo el mejor compañero para recorrer la apasionante historia del XVIII español desde la recepción de las Luces hasta los albores de la contemporaneidad. Pero su singular figura no sólo recoge y refleja toda la luz de su tiempo, iluminando la comprensión de su contexto; más allá (y más acá) de ese valor histórico, de su estatuto de clásico y de la disputa de su legado como origen de posiciones ideológicamente muy diversas, Jovellanos permanece como un referente intelectual, político y moral al que los siglos no le han restado vigencia. Al contrario. En un tiempo, el nuestro, tan convulso e incierto como el que le correspondió vivir, sus virtudes refuerzan su condición de modelo para encarar el futuro con ambición ideológica, lucidez e integridad personal, instinto práctico, flexibilidad disciplinar y un inquebrantable sentido del bien público. Como modelo, en definitiva, de ciudadanía racional, participativa y responsable. Esta biografía directa y legible aspira a transmitir al ciudadano del siglo XXI la herencia de una de las luminarias de la tradición ilustrada de cualquier tiempo, siguiendo paso a paso la andadura de un hombre que, con todas sus contradicciones pero también con todas sus fuerzas, tendió puentes entre pasado y futuro con los pies asentados en su época y la mirada fija en un ideal irrenunciable: la emancipación del género humano y la felicidad de cada hombre y mujer. De su tiempo, de los nuestros y de los que vendrán.