En este segundo volumen de la colección se encuentran un conjunto de juegos rítmicos que amplian el trabajo iniciado en el primer volumen. La autora nos recuerda en la introducción del libro: 'La rítmica Dalcroze, al igual que toda educación integral , más que por los libros se transmite por la experiencia directa, por el movimiento y el sonido, por tradición viva. Ello exige que cada profesor de rítmica sea un intérprete creativo: buen conocedor del método y de los principios que lo inspiran pero, ante todo, muy flexible y dotado de una gran dosis de creatividad y de imaginación, para así adaptarse a las necesidades de todos y cada uno de los alumnos, en cualquier momento y circunstnacia.'