La finalidad del presente estudio es la de explicar cómo hoy se puede seguir manteniendo la validez universal (racional) de la novitas christiana en cuanto concordia oppositorum al haber identificado el centro de la fe cristiana con la afirmación: Dios ha querido autorrevelarse salvíficamente como hombre verdadero y no a través, por o gracias al hombre. La fe de la Iglesia afirma que esta revelación se ha dado ya definitivamente en la vida humana de Jesús de Nazaret, al ser esta la existencia humana del Hijo de Dios encarnado. Por ello, se trata de abordar principalmente cómo un hombre concreto puede ser el Hijo de Dios encarnado, o sea, cuáles son las condiciones ontológicas de posibilidad para que Dios se haya podido autorrevelar salvíficamente en ese hombre concreto. La reflexión cristológica dependerá directamente de la respuesta que se dé a la pregunta sobre el valor preciso que se confiera a la humanidad de Cristo: ¿revelación u ocultación de su filiación divina?