El Batavia, zarpa del puerto de Ámsterdam rumbo a Java con más de trescientos pasajeros a bordo. Entre ellos, Jeronimus Cornelisz, un boticario de Haarlem que se embarca como asistente del comandante para escapar de sus responsabilidades familiares. Cuando el navío naufraga en un archipiélago cercano a la costa australiana, Jeronimus se queda al mando de los supervivientes, mientras que el capitán y el comandante parten en busca de ayuda. Sin embargo, pese a la enternecedora evolución psicológica del boticario lo largo de la travesía y del naufragio, Jeronimus se convierte en un jefe codicioso y violento. Ni sus dudas, ni sus tormentos, alternada con sus aires de grandeza le impiden imponer su ley ferozmente y desencadenar uno de los episodios más sangrientos de la historia marítima.