A finales del siglo XVIII, Edward Jenner, un joven médico rural de 29 años en la localidad inglesa de Berkeley, no podía imaginar que sus dotes de observación y una curiosidad sin límites iban a llevarlo al descubrimiento de la vacuna frente a la viruela, Pero muy lejos de su cabeza estaba el pensar que una verdadera revolución llegaría a erradicar la que ha sido una de las mayores plagas que ha sufrido la humanidad desde tiempos remotos. El 8 de mayo de 1980, durante la celebración de la 33ª Asamblea Mundial de la Salud en Ginebra, tuvo lugar la solemne ceremonia de declaración oficial de la erradicación de la viruela. Desde entonces han transcurrido ya más de treinta años. Aquella frase profética que el tercer presidente de Estados Unidos, Jefferson, le había escrito a Edward Jenner: Las naciones futuras sólo conocerán por la historia que existió la viruela y que usted logró erradicarla, se había cumplido.