En los últimos cincuenta años, la Historia del derecho español se ha movido en torno a tres modelos teóricos de matriz: disciplinal: el neohistoricista, el institucionalista y el eclecticista. Ninguno de estos modelos ha logrado desplazar completamente a sus oponentes porque, en realidad, todos se han reconducido en la práctica investigadora al mismo. En el presente libro se explican los orígenes de cada uno de estos planteamientos y se establece el criterio de demarcación entre ellos. En consecuencia, es posible un enfoque historicista de la Historia del derecho, que se movería en el ámbito de interpretación subjetiva de la ciencia histórica. Pero es también posible para el autor una Historia del derecho insertada en la «Teoría del derecho», como instrumento indispensable de ésta para una mejor comprensión e interpretación de la ciencia jurídica.