Mito e historia confluyen en la isla de Pascua, lugar remoto situado en el extremo oriental del Océano Pacífico constituye una de las culturas más enigmáticas conocidas, los gigantescos monolitos ?moais? recuerdan a los ancestros y con sus miradas penetrantes y altivas son fieles testigos de esta cultura milenaria que junto a su aislamiento y su escritura mítica rongorongo aumenta ese halo de misterio. La tradición polinesia está reflejada en su lengua, sus gentes, sus fiestas y ceremonias. Los primeros navegantes europeos que llegaron a la isla en el siglo XVIII no daban crédito de cómo en un lugar tan minúsculo y aislado se había desarrollado esa cultura tan majestuosa.